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Las Ediciones especiales This is Jackalope son producciones de tirada limitada. Cada edición de obra seriada es concebida y desarrollada por un artista invitado. Las ediciones tienen una periodicidad anual y pueden tratarse de una fotografía, una serigrafía, una escultura, un grabado o cualquier otro medio que el/ la artista elija.
Intramuros es la pieza firmada por Teresa Solar Abboud y producida por This is Jackalope para el año 2022.
Teresa Solar Abboud. Intramuros, 2022
Barro de alta temperatura, acrílico azul
31 x 28 x 16 cm
Todas las fotografías cortesía de MuroAzul
[TIJ] En esta pieza que presentas para las Ediciones especiales de This is Jackalope mezclas un material natural con uno artificial, en este caso, barro y metacrilato. El barro, trabajado manualmente, nos evoca organicidad mientras que el metacrilato, cortado a láser, rompe de manera tajante esa sensación. Esta hibridación de materiales refiere a una práctica que llevas tiempo aplicando y que podemos ver en piezas anteriores cómo en las Tuneladoras que presentaste este año en la Bienal de Venecia, donde se contraponen barro y resina. ¿Qué buscabas cuando empezaste a producir estas obras híbridas, cuál fue el punto de partida, como surgen?
[TSA] Las tuneladoras, y por extensión esta edición –esta pieza de formato más pequeño– mezclan dos lenguajes que me acompañan desde hace ya años. Por un lado está el barro; yo lo entiendo como un subsuelo en sí mismo. Es estrato terrestre, cuerpo de cavernas, material aislante, etc., designa en sí mismo una abstracción de la tierra. Y por otro lado, el barro se mezcla con un tipo de representación que comienza en mi etapa de videoartista, en la que me interesaban muchísimo los decorados y las escenografías. La idea era mezclar ambos mundos, el vídeo y la escultura. Esto me llevó a explorar el panorama de los museos, también las esculturas y muñecos que podemos encontrar en ferias, y todos estos intereses se pudieron ver reflejados en el proyecto, ya lejano pero muy importante para mí, que fue “Cabalga, cabalga, cabalga” en Matadero Madrid, 2018.
En esta exposición trabajaba ya la noción de decorado como escultura. Para mí los cuerpos, las extensiones de resina que salen de las tuneladoras, tienen mucho sentido en cuanto a que son de alguna manera esculturas planas, o decorados volumétricos. Existe una contraposición conceptual muy interesante entre el barro crudo, trabajado de manera bruta y la definición perfecta de estos otros elementos nacidos desde la idea de decorado. Me interesa cómo, desde esos cuerpos abstractos, salen estos elementos perfectamente precisos y definidos.
[TIJ] Resulta una experiencia apasionante adentrarse en tus cuadernos de notas, en ellos nos enfrentamos a una catarata de bocetos, recortes y escritos. Es como si nos metiéramos en la madriguera de tu proceso creativo, un laberinto rizomático en el que la exuberante imaginación, la curiosidad y la búsqueda efervescente se acompasan con el estudio riguroso y atento. ¿Qué relación mantienes con estos cuadernos?
[TSA] Para mí los cuadernos son un espacio muy importante de trabajo. En ellos cultivo cualquier interés que tenga en ese momento, interés que queda plasmado de muchas maneras diferentes, desde dibujos y textos hasta fotografías o recortes. Es un cultivo que me divierte mucho y al que siempre le he dado mucha importancia, porque desde hace diez años soy consciente de que me olvido de muchas cosas. Olvidarme de mis ideas ha sido algo que siempre me ha preocupado, es por ello que trabajo los cuadernos con bastante pasión y dedicación. Los cuadernos me permiten volver a ideas de hace diez años, algo que ocurre muy a menudo. Las ideas se apelmazan, las memorias se prensan y se crea un caldo de cultivo que es muy interesante. Realmente este es el quehacer cotidiano de la actividad creativa. No tiene tanto que ver con fogonazos de genialidad, sino realmente de ir extrayendo todos esos pequeños hilos que salen de esa prensa.
[TIJ] En tu trabajo se da una constante exploración de aquello que está latente, oculto. Sucede a través de una lúdica y rigurosa conversación entre reflexión (dibujo guiado por la curiosidad) y experiencia física con el cuerpo (barro, cerámicas, dedos). Podríamos describirlo como un pensar a tientas, con las manos, que activa la potencia de la imaginación a través del recorrido por los túneles, cavernas y recovecos ocultos de todo aquello que nos rodea. ¿Cómo ha sido el proceso de creación de esta pieza?
[TSA] Ha sido un proceso muy bonito, también muy lúdico, muy divertido. Al tratarse de una edición todo se llena de algo menos solemne y que permite también un trabajo más de humor, de comedia, más divertido. Esta pieza es especial para mí también porque su diseño parte de uno de los primeros dibujos de las tuneladoras, que hemos enseñado en la Bienal de Venecia y que se está convirtiendo en una parte muy importante de mi trabajo. Me gusta mucho que esta pequeña pieza honre a esos primeros dibujos, muy tentativos, que esbocé a la hora de intentar comunicar los dos materiales de los que estábamos hablando antes. Esta escultura se sustenta en ideas y dibujos muy rápidos que luego sí que han tenido un proceso de decantación en el taller. En este trabajo hay, sobre todo, un pensar en la materia. La materia tiene su propia agencia. El barro tiene su propia gravedad, cae con sus propios pesos, sus propios pliegues. Y en esta pieza también podemos ver recogido ese trabajo de la gravedad en la propia materia.