This is Jackalope (TIJ): Desde el principio, cuando empezaste a concebir tu edición para TIJ, te referías a la pieza como ‘árbol’, un título que ha acabado mutando a una versión en euskera, ‘zuhaitz eta lora’, que suena muy distinta a las palabras en castellano. En tu práctica artística a menudo estableces conexiones con el lenguaje y reflexionas sobre la experiencia humana a la hora de relacionarnos. En este caso, es visible que cada pieza se asemeja a una especie de árbol de anillos, aunque también sabemos que huyes de la interpretación literal. Ambas ideas contrapuestas nos sugieren varias narrativas asociadas ¿Nos puedes contar brevemente, cómo surgió la idea para esta pieza y su título, y cómo se sitúa dentro de tus líneas de investigación?

Nora Aurrekoetxea (Nora): Al poner títulos en euskera, en contextos donde no se conoce el idioma, me permite presentar el lenguaje desde su sonoridad y/o forma, abstrayéndose de su significado literal. 

A menudo a través de estos títulos hago una alusión descriptiva, un nombramiento directo del objeto, nombrando la imagen atribuida de algo conocido a algo desconocido.

En este caso:

zuhaitz 

eta

lora

árbol 

y 

flor

o

( zuhaitz

=

zur = madera 

+ hatz = dedo)

madera

 dedo

y

flor

TIJ: En esta pieza has empleado cobre, ¿qué motivos te llevaron a utilizar este material?

Nora: Ha sido puramente casual. Es la primera vez que trabajo con la microfundición, anteriormente había trabajado con bronce pero nunca antes con cobre.

Resulta que, Jabier Alvarez, el joyero con el que he trabajado para esta edición, no había usado bronce con anterioridad pero si tenía cobre en el taller, así que tiramos con eso. Me resultaba atractiva la idea de usar un metal que rara vez se encuentra en joyeria y que muta de color con el tiempo como el bronce.

TIJ: Háblanos de la idea de ornamento, ligado a la idea de deseo, impulso y emoción que claramente se adhiere a esta pieza. 

Nora: Mi interés por explorar la relación entre estructura y ornamento y cuestionar a través de lo formal sus funciones asumidas es una constante en mi trabajo.

Ya había trabajado con anillos anteriormente y en el proceso de fundición existe una forma de transición que responde a un requerimiento dado por el propio proceso. Los anillos de cera se sitúan en un tronco al cual se le denomina “árbol”. Me fascinaba esa forma transicional y me apetecía rescatarla como final: un tronco lleno de anillos que se hace flor.

Me interesa el ornamento desde su función radicalmente emocional, el apego a los objetos o nuestra relación con ellos, que no solo responde a la idea de capricho, la cual me gusta entender como resistencia a la razón, sino que también cumple la función de objeto transicional, transformando estados emocionales, convirtiéndose en vehiculares. 

Si asumimos que la función del anillo está en una relación de interdependencia con el cuerpo, -el dedo-, ¿qué ocurre si su función se anula por la imposibilidad formal? ¿por la ausencia de cuerpo?

¿qué es un anillo sin dedo?